martes, 22 de octubre de 2013

DESHIDRATACIÓN DE FRUTAS Y HORTALIZAS

La deshidratación, además de ser uno de los métodos más antiguos y más utilizados, ha sido desde siempre el mejor sistema de conservar los alimentos. Se trata de extraer solamente el agua, mediante calor suave que no altera los nutrientes, impidiendo así, el crecimiento de microorganismos que causan el deterioro del producto.

El uso del calor procedente de un fuego para secar alimentos fue descubierto por varias civilizaciones. Pero no fue hasta 1795 que se inventó el cuarto de deshidratación de aire caliente. El equipo de Masson y Challet en Francia desarrolló el primer deshidratador, que consistía en un flujo de aire caliente sobre finos trocitos de hortalizas. 
 
El secado o deshidratado es una técnica de conservación de alimentos tradicional y antigua, además de barata si se utiliza el sol, aunque también presenta la desventaja de la variabilidad del clima y por lo tanto, de las condiciones de temperatura, humedad y tiempo de secado.

 
Pero también son muchas las ventajas de la deshidratación:
  • Permite conservar todos los alimentos durante meses o años, la conservación es más larga cuánto menos agua retengan.
  • Mantiene las todas las propiedades nutricionales de los alimentos.
  • Los sabores se intensifican al concentrarse, ¡las frutas parecen golosinas!
  • Reduce el espacio de almacenaje, manipulación y transporte. Son por ello ideales para llevar en viajes, excursiones... (Ocupan poco espacio, no manchan, son nutritivos y deliciosos).
  • Son saludables snacks para picar entre horas
  • Podemos conservar excedentes de cosechas, además de conservar esas frutas o verduras que no gastamos, antes de que se echen a perder.
  • La deshidratación artesanal utilizando el calor procedente del sol, tiene como resultado unos productos sanos y saludables, no contienen sulfitos (las frutas secas comerciales contienen sulfitos para tener colores vivos), ni azúcar añadida, ni conservantes de ningún tipo.
En Campo y Huerta, realizamos la deshidratación de algunos de nuestros productos para poder conservar así los excedentes de frutas y hortalizas. En nuestro caso, lo llevamos a cabo mediante el calor procedente del sol durante los meses de septiembre y octubre, época de recogida de nuestros productos.
Son varios los productos que deshidratamos, melocotón, pera, manzana, higo y ciruela; en cuanto a las verduras, tomate y pimiento.

Las frutas deshidratadas las utilizamos durante el invierno para su consumo como postre, para picar entre horas, transportar en viajes o a la hora de hacer deporte como barrita energética, para cocinar, son muchos los postres, ensaladas, carnes y guisos que pueden cocinarse con estas delicias.






En cuanto a las verduras, las empleamos en caldos y cocidos durante el invierno, cuando no hay producto fresco de temporada, es muy intenso el sabor que aportan, además de todas las propiedades nutritivas.


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